jueves, 27 de octubre de 2011

El "Violinero" Johnny Ávila

Año 1957.
Con una facilidad que tenía para tocar los instrumentos,en ese entonces (yo con 14 años ) mi padre tuvo la ocurrencia de aparecer un día cuando venía de su trabajo (tribunales) con un violín bajo el brazo.-¿Para qué es eso?-,le preguntó mi madre,y papá le respondió:-Para que lo toque Hugo,ya que tiene tanta facilidad en tocar los instrumentos y estoy seguro que lo va a poder tocar.-Ya en ese entonces tocaba la quena,armónica,guitarra y bombo.
Comenzamos por averiguar la afinación y empezamos a mover los dedos buscando las notas para agilizar los dedos y después poder tocar alguna chacarera. Repito lo dicho en comentarios anteriores que recién fuí a instruirme en la lectura musical recién a los 15 años,o sea que todo lo que hacía con el violín era "de oído".
El arco es una historia diferente a la púa para la guitarra.Trabaja todo el brazo con total relajamiento y en cambio para la púa se utiliza el movimiento de la muñeca (el que la usa con el brazo tenso tiene graves inconvenientes para el dominio).
De tantas veces ver a un vecino (don Saavedra) que tocaba el violín en un conjunto con otros violineros y en medio de la actuación cambiaban de instrumento y agarraban la mandolina,me llamó tremendamente la atención.Mi admiración era total,sobre todo viendo que los violineros tocaban la mandolina con gran dominio.Lo que yo no sabía en ese entonces era que el violín y la mandolina,¡tenían la misma afinación!,que tan solo cambiaban el arco por la púa y listo,también mencionando que el violín tiene un diapasón liso y la mandolina tiene trastes.
También admiraba a don Juan de Dios Gallo,extraordinario violinista que tocaba de todo,principalmente tango y folclore (leía música),y había muchos violinistas mas,don Maguna por ejemplo,a quién menciono especialmente en otra anécdota (Roberto Garol acordeonista).
El conocer el violín me sirvió muchísimo para la Orquestación (conocimiento de todos los instrumentos y su uso) porque a través de dicho instrumento conocí la Viola,parecida al violín pero un poco mas grande (digamos exactamente que el violín está en la tesitura soprano y la Viola es Contralto,o sea un poco mas de sonido grave),además de acercarme al Violoncello (Cello,como le dicen los mas cariñosos),todos estos instrumentos denominados como "Cuerdas".
El violín es un instrumento "jodido" para afinar cuando se toca en las notas agudas porque el espacio en la primera cuerda entre nota y nota es muy reducido (y peor en los semitonos).Aquí se nota la diferencia al tocar que tiene un músico de estudio con un tocador hecho a puro coraje.
De todos modos al "Violinero",sobre todo al santiagueño,para tocar zambas y chacareras no necesita tanto estudio.Don Sixto Palavecino es un modelo de lo dicho .Aquí la cuestión es darle el "swing" de la zona de uno y en este caso de todas las vivencias que tiene el folclore santiagueño.
Todas estas palabras previas para tratar de identificar y calificar la forma de tocar que tenía don Johnny Ávila,violinista(violinero,realmente) y cochero de plaza.Él andaba con el popular coche Mateo,tirado por un caballo porque era su trabajo.
Johnny Ávila grabó muchos temas con gran estilo santiagueño con los Hermanos Simón seguramente reemplazando a don Javier Zírpolo,autor de la Chacarera del Violín,conjunto del que formaba parte el gran bandoneonista Miguel Simón,quién la zamba hecha en su honor lo define como "El Duende del Bandoneón".

Johnny Ávila era conocido de mi padre porque  siempre se veían cuando Johnny A.,pasaba todas las mañanas por el frente de casa y lo saludaba-Buenos días doctor-,a lo que mi padre le contestaba:-Buenos días don Johnny-.
De este mutuo saludo saco mis conclusiones de que J.A se enteró que yo tenía un violín y comenzó a hacer por mucho tiempo una clásica rutina: Después de saludar a mi padre y muchas veces a pesar de que no lo veía,comenzó a parar su viejo Mateo en la puerta de casa.El caballo que utilizaba se quedaba quieto,sin ninguna atadura mientras Johnny se tocaba unas cuantas chacareras,escondidos y zambas.Por supuesto que yo lo acompañaba con la guitarra.Parecería que dicho caballo conocía la afición de su dueño y que también disfrutaba de la música que sentía porque la tocata se hacía muchas veces en la vereda,como si fuera "al paso".
Satisfechas sus ansias por hacer un poco de música antes de comenzar su trabajo diario,Johnny Ávila se subía a su Mateo y era suficiente que tomara las riendas para que el caballo arrancara y se fueran.
¡Qué simpática anécdota!¡Vamos Johnny Ávila!.