lunes, 20 de enero de 2014

El Acordeón

El acordeón a piano es un instrumento maravilloso que se ha metido de lleno en la música popular argentina,o sea la música de baile y la música nativa argentina.
Comencé a escuchar el acordeón (a mis trece años) porque habían dos famosos conjuntos en esos años que tenían acordeón y guitarra eléctrica,yo por supuesto con el entusiasmo de escuchar a los guitarristas sobre todo porque jamás había visto una guitarra eléctrica.
Uno de ellos era el dúo (en realidad era un sexteto) WASHINGTON-BERTOLIN, integrado por el guitarrista(chaqueño) Martin Washington García y el acordeonista Osvaldo Bertone.,y el otro conjunto se llamaba LOS CUATRO AMIGOS donde participaba el guitarrista Héctor Condró como primera guitarra
y Enrique Costa (Costita) como segunda guitarra, quién después se transformó en el guitarrista rítmico obligado para todas las grabaciones profesionales porque era un artista del rasguido,y el acordeón en manos de Roberto Vignola..
Los avatares de mi vida musical me dieron la oportunidad de poder tocar con estos prestigiosos acordeonistas en diferentes etapas de mi vida.
Roberto Vignola fué el primero con el que me contacté (calculo en el año 1966) en la boite "Mi Casita" en Buenos Aires.Mi amigo Pinky Rubano,baterista (hoy manager de Valeria Lynch,Sandra Mihanovich,etc) me contactó con Vignola porque necesitaba un guitarrista.Vignola tocaba el piano únicamente,o sea que el acordeón brillaba por su ausencia.Transcurrido un tiempo de tocar allí y en las conversaciones que teníamos en los descansos le comenté que yo había escuchado mucho a Los Cuatro Amigos y que me gustaría muchísimo que en alguna noche  se trajera el acordeón para tocar algo del repertorio de su famoso conjunto.Una de esas noches Vignola apareció con su acordeón, un poderoso Scandalli de 120 bajos.Esa noche yo toqué el cielo con las manos porque estaba acompañando a uno de mis grandes ídolos que influyeron en mi formación musical..Roberto Vignola me hizo un importante elogio ,sobre todo para mis 21 años de edad,diciéndome algo parecido a lo que aquí digo:-"pibe,te sabés de memoria todo el repertorio de Los  Cuatro Amigos y manejas muy bien la guitarra en todos los ritmos,en todos los géneros"- y extendió su elogio diciéndome que "Después de Condró sin lugar a dudas sos el mejor guitarrista que tuve,y mirá que tuve muchos y buenos".

Con el acordeonista Bertolin tengo que remontarme mas o menos al año 1980.Yo estaba haciendo la dirección musical en Santiago del Estero en el restaurante "Sweepy" que traía espectáculos de Buenos Aires y como en la mayoría de las veces fuera de la Capital Federal hay pocos músicos que lean música en la especialidad de acompañamiento "de todo",Santiago del Estero no era la excepción (todos orejeros) .En ese momento yo estaba "de paso" y por cuestiones monetarias me quedé un tiempo a laburar.
Trajeron a Bertolin desde Córdoba porque ya estaba radicado allí y tal vez por cuestiones de comodidad ya no tocaba el acordeón (muy pesado) sino el órgano (hoy se dice "Teclado").En esa oportunidad hubo poco diálogo,tan solo los temas que iba a tocar,la tonalidad de los mismos y a tocar sin haber ensayado (Por supuesto que me encargué en forma posterior de las instrucciones musicales para el acompañamiento del caso).
Y como estamos hablando del acordeón,tampoco quiero dejar de mencionar al rosarino Atilio Cavestri,virtuoso acordeonista solista que vi tocar cuando estuvo de visita en Santiago del Estero,mas o menos en el año 1959 (yo con 16 años) empleando su mano izquierda como si tuviera un teclado de piano en vez de los botones correspondientes.Los acordeonistas concertistas tienen acordeones especiales que transforman el sonido de los botones de la mano izquierda en sistema cromático que se llama Sistema Bassetti,pero creo que el que usaba Cavestri era común .
Otro grande del acordeón,Hildo Patriarca ¡Impresionante lo que toca!
Volviendo a mis dos grandes ídolosVignola y Bertolin,el haber tocado con estos grandes acordeonistas significó para mi el haber vivido esos musicales momentos que tienen preponderancia cuando en el rincón de los recuerdos uno tiene satisfacción por lo que pudo tornarse en realidad,todo aquello que en su tiempo significó solamente admiración por ellos.
¡Grandes,Vignola y Bertolin!.