martes, 14 de marzo de 2017

                                 ROX - EDIM  2014       



Año 2014.(como el título lo dice).
Esto prácticamente ya es historia actual. EDIM significa Escuela De  Instrumentos  Musicales, y Rox es mi señora.
Comenzamos a dedicarnos a la enseñanza musical abarcando una gran variedad de instrumentos musicales.
Todo comenzó cuando ya faltaba poco para mi retiro policial (jubilación) y vale señalar que cuando quedé como director de la  banda de música (Policía del Chubut) –año 1992-había suspendido mi actividad de enseñanza porque además de la dirección proseguí escribiendo los arreglos orquestales y un director por el hecho de estar al mando de la sección musical también debe manejar las cuestiones administrativas o sea que con todo este “bolonqui” era imposible haber seguido enseñando.
Comenzamos dando clases  en el comedor de casa que es muy amplio  pero como de a poco comenzaron a enterarse que yo había vuelto a enseñar música, empezamos a tener más alumnos. Eso nos decidió a pensar en construir un piso en nuestra propia casa por motivos de comodidad y pensando que de esa forma no debíamos ir a alquilar un lugar y bancarse un alquiler (esto es pérdida) sobre todo porque paramos los tres meses como la escuela primaria y secundaria.
Con los alumnos armamos una orquesta de jazz, de tango y grupos infantiles con diversos instrumentos (violín, acordeón, guitarra, entre muchísimos otros).
Rox y yo tocamos con todos los alumnos. Este tipo de presentaciones comenzamos a efectuarlas en 2013.
El suceso del año  2014 es el motivo principal de esta historia.
Estuvimos con los preparativos para la actuación que como todo lo que lleva organizar un evento desgasta al extremo sobre todo porque no se puede estar en la parte artística después de haberse gastado todas las energías en la faz organizativa (Esto lo aprendimos y no se nos borra más).
Para mí fue el año del requilombo porque hubo muchos cambios y ensayos para la puesta a punto. Al igual que el año anterior, nos quedamos sin trompetas y estaban solamente los saxos para tocar. Aquí se armó la cuestión. Uno de los alumnos, que ya tocaba en un conjunto fuera de nuestra escuela ,ya conocía el preparativo que hacen principalmente los rockeros, que comienzan a hacer pruebas de sonido como cuatro horas antes del espectáculo y se puede escuchar al batero dándole maza al bombo (pum, pum, pum, un ruido infernal) hasta que el sonidista acierta el sonido. No es joda, esto puede durar 30 minutos de bombo solo. Después sigue el Redo, los Tones y platos. Este alumno de saxo cuando vió que nosotros no hicimos ninguna prueba de sonido calificó mal nuestra experiencia en estas formas y se calentó porque no hubo prueba de sonido.(¡ja!).¿Cómo vamos a hacer prueba de sonido a 14 números que presentamos? .Calculemos modestamente a promedio de  una hora por número artístico serían 14 horas de prueba (¡Andá a c…!).A este saxo menos se sumó el segundo por enfermedad comprobada y el tercero fue un “NI” (ni un sí ni un no para actuar).Dió una elegante excusa pero no quiso actuar. Entonces quedó solamente Rox con el saxo (Un alto Selmer París) y mientras fuimos a casa y traer los instrumentos que faltaban (Se nos olvidó el bombo por lo tanto el número folclórico fue sin él) y decidimos hacer un tema del repertorio y la parte orquestada fue reemplazada con improvisación jazzística. La orquesta se transformó en cuarteto formado por saxo alto, guitarra, bajo y batería.
En un tema jazzístico se muestra la melodía propia y luego se improvisa sobre los acordes de la misma. Rox muestra la melodía del tema y luego comienza a improvisar. Yo esperaba el pase para también improvisar pero ella seguía, seguía y seguía. Nuevamente muestra la melodía para final del tema. Yo quedé sin improvisar pero nada le dije.
Pasamos dos días con el cuerpo dolorido por el ajetreo haciendo comentarios del desarrollo del espectáculo/recital. Al tercer día otra vez hablando de lo mismo le dije con tono resentido –No me dejaste hacer el solo de guitarra en el tema, lo hiciste todo para vos-.Mis palabras fueron un baldazo de agua fría para ella. Después de la sorpresa  arrancó con un tremendo ataque de risa y me dijo ­­­­­­­­­­­­­­­­­­__ Tenés razón. Si no me lo dices ahora no habría caído en cuenta  ( “Me entusiasmé, me  entusiasmé”, como decía una propaganda local)—.

Quedó pendiente mi venganza para cuando me toque hacer el solo a mi primero antes que ella. (“La venganza será terrible” remedando el título del programa de Alejandro Dolina).