viernes, 15 de mayo de 2020





            Las Estrellas Americanas del Jazz

Año 1959.
Año de creación y final de los Kings Rockers (Yo con 16 años). En este mismo año decido ingresar de manera estable a las Estrellas Americanas del Jazz, cuyo dueño de la orquesta era el saxofonista-clarinetista Salvador Cuba, italiano de origen, también integrante de la en ese entonces gran banda de música policial santiagueña que dirigía el gran músico Leal Sequeira.(¡Cuántas veces fui a la plaza céntrica a escucharlos porque sonaba muy lindo!)
No hubo ninguna intención y ni siquiera se habló con Salvador Cuba del entonces desconocido Leo Dan para todo el público y señalo que éste fue su principio (el de Leo Dan) en la música comercial popular, mencionada de esta forma porque no se trataba de tango ni de folclore, que dicho sea de paso, para no usar esta palabra inglesa para definirla , queda mejor referirse a ella como Música Nativa.
Considero a esto como un hecho casual que los hilos del destino va tejiendo para que las cosas sucedan de esta forma.
Estaba la orquesta de S,Cuba actuando en la confitería El Molino, que anteriormente allí funcionaba el cine Luxor, un lugar bastante amplio con un cómodo escenario. Yo, por supuesto estaba como guitarrista de la misma, ya con guitarra y ampli propios.
Se desarrollaba el espectáculo cuando de pronto veo a mi hermano Oscar entrar con toda su familia,Chicha Tevez su esposa, el hermano de su esposa , Leo Dan y Zaida, la primera  hija del matrimonio Juárez-Tevez.
En el descanso fui a la mesa de ellos y conversando con  Leo le dije si no quería cantar algo con la orquesta y me dijo que sí. Cuba ya me tenía una consideración especial por mi capacidad musical y sobre todo porque  veía  el avance musical de la guitarra eléctrica. Cuando le dije si permitía que Leo cantara me dice:-Pero no hay arreglos para que ése muchacho cante con la orquesta- y yo le dije que sería suficiente que el baterista tocara conmigo para acompañar a Leo y Cuba dijo que sí.
Hacíamos  la segunda presentación de la orquesta y en la mitad se hace la invitación para que Leo cantara.
Con Leo y el guitarrista Julio Cárdenas de los trov del Salitral que lo entusiasmé con la guitarra eléctrica, ya veníamos dándole forma a los Demonios del Ritmo o sea que Leo ya cantaba temas modernos.

Comienzo la intro con mi guitarra y apenas leo comenzó a cantar, la gente ya lo ovacionaba. Un bis con griterío y aplausos la gente comenzaba a darle vida a un ídolo. Hay dos conceptos favorables a Leo: el primero, que nadie en Sgo del Estero cantaba temas modernos (Ahora me doy cuenta que no había nadie para acompañarlos) y el segundo es porque como Leo tiene la tesitura de tenor, cantó La Novia un tono más alto que Prieto cuya tesitura era barítono o sea que el sonido de su voz por ser más alto era más fuerte y esa fuerza conmovía.
Inmediatamente Cuba le hizo la oferta para que Leo fuera cantante de las Estrellas Americanas del Jazz y Leo aceptó. Mi pensamiento era que si Leo y yo estábamos en el conjunto podría ofrecerle también  a Julio Cárdenas como guitarra eléctrica rítmica y Cuba aceptó (Lo reitero: Cuba presentía que se venía el tiempo de la guitarra eléctrica).Al yo dejar la orquesta porque salió una contratación en el casino de Termas del Río Hondo donde había que tocar seis días en la semana y se regresaba muy tarde, pensé que no iba a poder cumplir con mis obligaciones estudiantiles (mmm….Pensé en mi padre) pero Leo y Julio aceptaron (Además era muy buena guita).
Yo organicé “Robert y sus Rockers “ mientras tanto.

Esta movida sirvió para de cierta forma  apuntalar a un ídolo de la juventud santiagueña que se llama LEO DAN.

miércoles, 6 de mayo de 2020


                   
                   MI PRIMER GUITARRA
Año 1955
Este escrito es para mencionar la primer guitarra que tuve en mi vida y también, como dicho de paso, algunos aspectos de mi formación guitarrística que realmente correspondería escribirlos como otra temática.
Dos años atrás (1953), con diez años de  edad intenté tocarla, demasiado grande para mí. Recién a los doce años pude agarrarla y pretender tocar. Entre mi madre y mi hermano Oscar,13 años mayor que yo, me fueron guiando en el aprendizaje .Mamá me dijo que el tío Carlos, su hermano, hacía ejercicios tocando todos los primeros trastes. Ella sin conocer su nombre me estaba enseñando la escala cromática (Mi tío Carlos tocaba muy bien la guitarra).
Mi hermano estaba estudiando abogacía en Tucumán y en uno de sus regresos “para cargar pilas” le dije que estaba tocando la guitarra y él me pidió que tocara algo para mostrar. Yo comienzo a hacer unos cambios de acordes e inmediatamente me dijo que así no se tocaba.
Me sorprendió su opinión pero reaccioné inmediatamente diciéndole que los acordes estaban bien hechos.-Pero así no se toca-,me reprochó mi hermano, y yo casi con fastidio, sobre todo sabiendo que lo estaba haciendo bien, le dije-¿Y cómo se toca?-
-¡Así!-,me dijo y me arrebató la guitarra y me la colocó según su punto de vista, o sea que el tema no eran si los acordes estaban bien o mal hechos sino que me encontró tocando la guitarra como zurdo, como la usaba don Atahualpa Yupanqui.
A decir verdad soy zurdo (pero no de ideas) pero él me la colocó en la posición de diestro. Realmente me costó aprender todo de vuelta por el cambio del trabajo que corresponde a cada mano en la guitarra pero con el correr del tiempo creo que la ocurrencia de mi hermano me facilitó las cosas porque considero que la mayor dificultad guitarrística está en la mano izquierda que trabaja en el diapasón.
En el año  1959,ya con 15 años fui a aprender con un profesor que enseñaba en La Casa del Maestro, un lugar dependiente del municipio.
Fui con guitarra en mano a mi primer clase. Cuando la saco del estuche y el profesor, don Dante Ibarra, me dice -Esa guitarra es de concierto-,a lo que le contesté que sabía que era buena pero desconocía el dato que él dijo.
El profesor entró al espacio reservado para los profesores y…¡se trajo una guitarra idéntica a la mía!
Los folcloristas Hnos Simón (Santiagueños obviamente) tenían tres guitarras similares (utilizaban dos),Mi amigo Mario Fioramonti tenía una un poco mas chica de tamaño (A ese tamaño en nuestro país le dicen “modelo señorita” y los Norteamericanos le dicen “modelo viajera” y me parece que es lo más apropiado).
Al pretender saber más de la guitarra le pregunté a mamá donde la habían comprado y me explicó que cuando yo todavía no había nacido, la compraron a alguien que era del consulado español que había en Santiago del Estero.
El luthier que la hizo, español por supuesto, se llama Andrés Marín y los datos que conseguí ya es gracias a Internet o “San Google” como se quiera decir. Mi guitarra debe rondar ya los cien años de su hechura. Su sonido sigue siendo hermoso a pesar de sus años y no comparto el pensamiento del gran guitarrista Eduardo Falú que decía que una guitarra con más de treinta años decaía su calidad sonora. Por este tema recordemos a los primeros violines Guarnerius, Stradivarius y  Amati (que valen fortunas) que son tocados en ciertos períodos para que no pierdan su hermoso sonido.
Y siguiendo con mi búsqueda “Guglera” me encontré con importantísimo dato que me hizo llenar de orgullo por la guitarra que tengo. Resulta que de este luthier , Andrés Marín, El sensacional guitarrista paraguayo Agustín Barrios tenía una (También utilizó guitarras de otros luthiers).Este dato lo encontré en mangore.com,acotando que el segundo apellido de Agustín Barrios era Mangoré.La guitarra que era de A.Barrios tiene mas años que la mía, está completamente restaurada y suena como …muy bien (iba a decir “la P.madre”).Además el gobierno paraguayo puso en circulación un billete de cincuenta mil guaraníes con la imagen de dicha guitarra.¡Poca cosa,ja!